martes, 2 de julio de 2013

EN CONTRAVÍA


Para vivir hay que morir, para recibir tienes que dar y para parecerte más a Dios tienes que dedicarte a servir. Estas son las reglas de oro para tener éxito en el mundo espiritual. Son totalmente opuestas a las leyes humanas, lo que confirma que las cosas del mundo espiritual no se pueden entender desde el mundo natural.

Cada persona en este mundo busca su éxito, su comodidad, su placer y en cambio Dios, nos demanda a entregar nuestra vida, tiempo, y esfuerzo en sacrificio. Y si es que queremos seguir el camino de Jesús, tenemos que entregarle lo más valioso que tengamos. Así como María derramó aquel valioso perfume sobre los pies del Maestro, tú también tienes que derramar tu tiempo, tu esfuerzo, sobre el cuerpo de Cristo.  

El cuerpo de Cristo es la iglesia, las personas que no aún no le conocen y que van por el mundo sin el Padre Celestial. Hoy también es posible derramar una olorosa fragancia a los pies de Jesús, solo tienes que decidir hacerlo!

1 comentario:

  1. Amén, preciosa y retadora reflexion. Jesús recibe mi vida, tiempo y esfuerzo como un perfume de olor fragante.

    ResponderEliminar