lunes, 27 de agosto de 2012

UN DÍA A LA VEZ



¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza. (Salmo 42:5)

Vivir por fe es la mejor forma en la que puedes vivir.  
Y es que, en realidad, no hay otro camino entre nosotros y Dios. Si bloqueamos ese camino no podremos comunicarnos con nuestro padre celestial. La fe es el puente que nos une a Él.

Una historia cuenta que un hombre se cansó de estar todo el tiempo preocupado por qué habría de comer, de vestir o cómo pagaría en los años siguientes la renta de su casa. Dios habló a su corazón y le dijo: ¿por qué te cargas con la preocupación de tantos días si sólo vives uno a la vez?

Nunca te rindas ante las preocupaciones innecesarias, ¿Quién te dijo que a la noche no la seguirá la mañana? ¿Quién te dijo que el invierno duraría para siempre? Sabes que el día sigue a la noche, la primavera y el verano siguen al invierno. Pon tu confianza en Dios. Espera en Dios. Él jamás ha tenido un fracaso.