jueves, 6 de septiembre de 2012

JUSTO EN EL BLANCO

 
Tú formaste mis entrañas; me hiciste 
en el vientre de mi madre. 
(Salmo 139:13)

Dios tiene cuidado de la aves, de los peces y por supuesto de la obra maestra de su creación:la humanidad. Además de cuidar de ti, Dios también tiene un propósito para tu vida. Dice la Biblia que Dios te vió desde que estabas en el vientre de tu madre, formó tus manos, tus rodillas, cada dedo de tus pies y desde entonces planeó un propósito para tu vida. 

Puede ser que llegaras a este mundo por deseo de tus padres, de sorpresa, por accidente o por error. Pero Dios, más allá de cualquier circunstancia, ya te tenía en sus planes y te dio un propósito que solo tú puedes realizar. ¡Solo tú puedes dar en el blanco! Y es ese mismo propósito el que te dará satisfacción y te hará sentir lleno. 

Si nunca has entregado tu vida a Cristo te invito a que hagas esta oración:
Padres celestial, reconozco que he pecado contra tí. Me arrepiente de mi pecado y rompo todo pacto con el mundo y con el infierno. Hoy entrego mi vida a Jesús para que sea mi Señor y Salvador. Padre revélame cuál es el propósito que tienes para mi. ¡Gracias porque ahora soy tu hijo! Amén.