domingo, 15 de abril de 2012

NO PUEDO DECIR...


No puedo decir padre sino demuestro este parentesco en mi vida cotidiana.

No puedo decir nuestro si vivo encerrado en un compartimiento hermético.

No puedo decir que estás en los cielos si estoy tan ocupado con la Tierra que me olvido de las riquezas del cielo.

No puedo decir Santificado sea tu nombre si yo, que soy llamado su hijo no soy santo. 

No puedo decir venga tu Reino, si no estoy haciendo nada para traer su Reino a esta Tierra.

No puedo decir sea hecha tu voluntad, si objeto, o desobedezco su voluntad.

No puedo decir como en el cielo, así también en la tierra si no estoy dispuesto a dedicar mi vida al servicio.

No puedo decir danos hoy nuestro pan cotidiano, si vivo de experiencias pasadas o soy egoísta.

No puedo decir perdónanos nuestras deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores, si tengo guardado rencor contra alguien.

No puedo decir no nos metas en tentación, si deliberadamente me coloco en tentación.

No puedo decir líbranos del mal si no estoy preparado para pelear la batalla espiritual por medio de la oración.

No puedo decir tuyo es el Reino, si no otorgo al Rey la obediencia leal.

No puedo decir tuyo es el poder, si temo a las circunstancias o a lo que me pueda hacer el hombre.

No puedo decir tuya es la gloria, si busco mi propia gloria.

No puedo decir por los siglos de lo siglos si mi horizonte está limitado por lo visible y explicable.