RAZONES DE PESO

Para algunos, una hora de ejercicios en el gimnasio, salir a caminar 45 minutos al día o comer saludable es algo exclusivo de modelos, deportistas o personas que quieren verse bien. Y hay quienes hasta se animan a decir “que eso  es para vanidosos.”

Pero en realidad no hay nada más espiritual que cuidar el cuerpo. ¿Espiritual? Así es. Dios creó tu cuerpo, es el templo del Espíritu Santo, y como todo lo que tienes, no te pertenece: solo tienes el derecho de administrarlo de forma correcta. Administrarlo mal es comer todo lo que quieres y no lo que debes. Tengo un caso de una amiga, que quisiera compartirles:

“Durante muchos años descuide mi cuerpo llenándolo de comida basura; después de muchos intentos- fallidos- con dietas y ejercicios volvía a recuperar lo perdido. No fue hasta que conocí verdaderamente al Espíritu Santo que me di cuenta que la obesidad es un problema físico y también espiritual; ¿por qué? Porque era mi cuerpo, mi estómago el que gobernaba mi vida. No tenía dominio propio. En mis fuerzas nunca podría bajar de peso; el Señor me dio la fortaleza para tener dominio sobre mi cuerpo, control sobre la elección de mis alimentos.”

Hombres y mujeres con propósito ponen en riesgo a diario su salud y su vida por su debilidad de carácter. Ir a un gimnasio o comer sano, no es vanidad.  Nosotros debemos ser guardianes de nuestro cuerpo, vigilar que nada lo dañe. Nuestro cuerpo, por ser templo del Espíritu Santo, debe ser conservado limpio y santo: no te dejes  gobernar por la gula, el cigarrillo, el alcohol, o la comida chatarra.

Si comes por impulso, por un deseo incontrolable, es tiempo que entregues esa aréa al Espíritu Santo. Rinde todo a Él y permite que sea Él, el único que gobierne tu vida: Él te ayudará a tener dominio propio.

NO CIERRES TUS OJOS

 La niña del ojo es una parte muy sensible del cuerpo humano. Es el pequeño círculo que ves en el iris de tu ojo. En ese lugar, cuando te ves al espejo hay un pequeño reflejo tuyo.

Dios, en su palabra, hace una metáfora en la que dice que somos la niña de sus ojos. Estas palabras revelan el lado protector de Dios con sus hijos e hijas. Mientras analizo esta metáfora, me doy cuenta que somos lo que Él más cuida, lo que más le duele, su lado sensible. ¡Qué hermoso entrar al corazón de Dios y explorar su lado protector!

El padre celestial quiere que vivas bajo su protección y por eso te invita a vivir bajo sus alas, donde puedes vivir  seguro y bajo Su autoridad.

Muchos buscan refugio a su temor, inseguridad o soledad en cosas equivocados como el alcohol, la pornografía, el trabajo, o las compras. Pero esos solo son sustitutos que destruyen la vida. La única forma de caminar con seguridad por este mundo es tomado de la mano del Padre.

Este blog, inspirado por el Espíritu Santo, es un llamado de Dios a todos aquellos que se sienten inseguros, en la cuerda floja, sin refugio, sin tener a quién acudir. Hoy tu padre Celestial quiere protegerte. Como tu proteges la niña de tus ojos. No cierres tu corazón, ni tus ojos a Él: entrégale tu vida.