Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. Juan 19:30
Ya sea
por películas, pinturas religiosas o por la misma Biblia, todos y todas
conocemos algo del dolor físico que experimentó Jesucristo cuando dio su vida
por la humanidad.
Los clavos
en sus manos, la herida en el costado, todo esto fue un sufrimiento horrible.
Pero ¿qué hay del sufrimiento espiritual que padeció?
Jesús
tuvo que cargar con toda la maldad, la suciedad del pecado del mundo acumulada
a través de todas las generaciones y durante todos los tiempos.
El cargó
con todos los pecados: odio, mentira, rechazo, abortos, brujería, idolatría,
pecados sexuales, y más. Pero el dolor más grande fue cuando experimentó su
separación del Padre, era la primera vez que ocurría.
Jesús
quedó completamente solo, porque la maldad del hombre creo una barrera entre
Dios y Él. Jesús quedó totalmente solo por causa de nuestros pecados.
Entender
esto debe llevarte a amar más a Dios, al conocer el sacrificio que hizo por ti.
La última palabra de Jesús fue "consumado es" , que
significa que todo terminó, todo está solucionado. Ya no hay más deuda porque
Jesús ya pagó todo el precio. Todo lo que Jesús hizo en la cruz fue por amor a
ti. Hoy acepta la invitación de entregarle tu vida con esta oración:
Padre hoy me arrepiento de mis
pecados. Reconozco a Jesús como mi Salvador y Señor. Te entrego mi vida a ti. ¡Gracias
porque soy salvo!