Para tener
éxito en este mundo debes ser “extrovertido, astuto y estar bien relacionado”; y
quienes no tienen estas cualidades son tachados de fracasados.
Pero hay
una palabra para ti y para todo aquel que no llena los requisitos para lograr
éxito en este mundo. Romanos 12:2 “No os
conforméis a este mundo.”
Si tu
vida pertenece a Jesús, no puedes limitarte ni medirte bajo los parámetros que impone
este mundo. Tú eres el (la) que Dios dice que eres, tienes lo que Dios dice que
tienes. Lo que falta es que tú le creas y actúes en fe.
Es
sorprendente conocer tantos creyentes que se descalifican a sí mismos y se
sienten sin valor porque ignoran que su identidad viene de Dios.
Para
obtener éxito necesitas solo un compañero: el Espíritu Santo. La fe y el
trabajo son tus armas para ganar esta batalla. La bendición es atraída por la
fe, no por las lágrimas. El éxito viene por esforzarte y por obedecer al
Espíritu Santo. Recuerda, Jesús dijo: “al que cree, todo le es posible.”