Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Gálatas 5:14
Cerca de
donde trabajo está el cuartel de bomberos voluntarios. En ciertas oportunidades
suena la sirena avisando que ha ocurrido un accidente, y en muchos casos una
tragedia. Algunas veces el sonido de la sirena es de mayor duración que en
otras ocasiones, esto debido a un código que interpretan los bomberos. Ellos
reconocen cada código de llamada y acuden a cualquier hora del día o de la
noche, aunque llueva o haga demasiado frío.
Yo me
pregunto ¿cuántas veces en nuestro interior suenan sirenas de alarma que llegan
desde lo alto? Nuestro Padre Celestial nos previene de un posible siniestro que
pueda ocurrir en nuestra vida o en nuestra familia y hacemos caso omiso a estas llamadas.
Además… ¿cuántas veces la sirena interna nos llama para ir
en ayuda de nuestro prójimo? Pero anteponemos nuestro egoísmo o comodidad para
no atender el llamado. Cada vez que tu sirena interna te avise para que salgas
en ayuda de otro, trabaja como un bombero para ayudar a las personas que están angustiadas
y que necesitan desesperadamente a Jesús en sus vidas. A cualquier hora del día
o de la noche.