... el cobrador de impuestos…
decía: “¡Dios, ten compasión de mí, y perdóname por todo lo malo que he hecho!”
Lucas 18:13
Jesús se
junto con hombres de fe, con hombres de influencia y con hombres ricos. Pero
también estuvo junto a un cobrador de impuestos, junto a un ladrón, junto a una
prostituta, junto a un leproso.
Personas con
las que muchos cristianos o líderes, de
hoy, no compartirían ni un segundo de su vida.
Jesús es
mi inspiración, mi ejemplo a seguir. Yo, una total redimida por Jesús, soy
testigo del amor perfecto de Jesús, amor que sana heridas, libera y
transforma.
Pienso
que si Jesús hubiera tenido la mentalidad religiosa de muchos de no juntarse
con pecadores y pecadoras, yo no estaría escribiendo este blog y probablemente
ni siquiera estaría con vida.
Si tú te sientes
demasiado pecador (a) para buscar a Dios o para asistir a la iglesia. Déjame
decirte que el amor de Dios es tan grande y tan poderoso que puede borrar todos
tus pecados y sanar tus heridas.
Puede
que para algunos hombres parezcas demasiado pecador, pero para Jesús no.
Él cambiará
tu vida para siempre. Solo tienes que entregarle tu vida. Te invito a hacer la
siguiente oración:
Padre amado reconozco que soy pecador, y que mi pecado me separa de ti. Me arrepiento de todos mis pecados y confieso que Jesús es mi Señor y Salvador. Te entrego mi vida.
¡Gracias Padre porque ahora soy tu
hijo!