lunes, 2 de septiembre de 2013

EL ME OYÓ


Me identifico tanto con las palabras de David que están en salmo 34:4  Busqué a Jehová y el me oyó. 
Nadie disfruta las crisis, momentos difíciles, las horas de lágrimas, dolor y aunque no los deseemos esos momentos llegan, algunas veces son inevitables.

La diferencia está en como los afrontamos, yo aprendí que en esos momentos debo correr a los brazos del Espíritu Santo. 
En ese lugar no importa como se vean mis circunstancias sigo teniendo confianza que Mi padre celestial tiene el control. Soy testigo real que Dios oye, a los que le claman, Él no desampara a los que se rinden a Él y los buscan con desespero. Solo debes ser sincero (a) con Él, renunciar a tus fuerzas, a las posibles soluciones que tu tengas.

Porque Dios no solo tiene consuelo en el momento del problema, Él también tiene la solución que creías imposible. Si estás en tiempo de desesperación, soledad o frustración clama a Dios y Él te responderá.