¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por
qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza. (Salmo 42:5)
Vivir por
fe es la mejor forma en la que puedes vivir.
Y es que,
en realidad, no hay otro camino entre nosotros y Dios. Si bloqueamos ese camino
no podremos comunicarnos con nuestro padre celestial. La fe es el puente que
nos une a Él.
Una
historia cuenta que un hombre se cansó de estar todo el tiempo preocupado por
qué habría de comer, de vestir o cómo pagaría en los años siguientes la renta
de su casa. Dios habló a su corazón y le dijo: ¿por qué te cargas con la
preocupación de tantos días si sólo vives uno a la vez?
Nunca te
rindas ante las preocupaciones innecesarias, ¿Quién te dijo que a la noche no
la seguirá la mañana? ¿Quién te dijo que el invierno duraría para siempre? Sabes
que el día sigue a la noche, la primavera y el verano siguen al invierno. Pon
tu confianza en Dios. Espera en Dios. Él jamás ha tenido un fracaso.