No es cuánto
llores, no es cuánto grites, tampoco la denominación de tu iglesia, o las
palabras religiosas que utilices, ni tu cercanía con el pastor. Lo único que
puede cambiar tu vida es la Presencia de Dios. ¿Qué es y cómo es la Presencia
de Dios?... no te lo puedo explicar, es algo que tú tienes que experimentar.
Cuando Él
entra en escena sacude tu vida, cambia tu mundo y algo sobrenatural pasa en ti.
Quiero que sepas que esta dulce Presencia está disponible para todo el que la
desee.
Si hoy no
tienes fuerzas, tienes dolor, tienes frustración, angustia, duda o
desesperación no hay mejor refugio que la Presencia de Dios.
Ahí, en
ese lugar especial y hermoso, se encuentra la paz, el consuelo, el amor y las
fuerzas que necesitas. Yo vivía una vida en agonía, triste y vacía pero desde
que conozco Su Presencia estoy plena.
No hay
día de mi vida que no busque con desespero Su Presencia. Cuando entras en ella,
ya nunca querrás salir.