Amos 3:3
¿Andarán dos juntos si no
estuvieren de acuerdo?….
El
ambiente y las personas a nuestro alrededor pueden marcar nuestra vida y
destino. Por eso hay que ser selectivo a la hora de elegir con quién estaremos compartiendo
la mayor parte de nuestro tiempo. Jesús, durante su vida en la Tierra, se
juntaba con pecadores, ladrones y prostitutas. Pero pasaba la mayor parte del
tiempo con el Padre Celestial.
Hoy te
invito a seguir el ejemplo de Jesús. Invierte tu tiempo en aquellas personas
con las que compartes la visión, y el propósito de Dios. Júntate con aquellos quienes
te puedan inspirar para alcanzar tu meta, tu sueño. Asóciate con aquellos que
trabajan, y que accionan para ver cambios en sus vidas y para atraer la
bendición. Una mala conversación te roba tiempo y te distrae. Es un tiempo que
nunca recuperarás.
Por el
contrario, no escuches a aquellos que boicotean tu propósito, que minimizan tu
potencial, por tu pasado o por tu carácter. A aquellos que te distraen de la
asignación que Dios te dio en la Tierra. No se trata de aislarte del mundo, se
trata de balancear y dedicar menos tiempo a quienes te restan y estar más cerca
de aquellos que te suman y te acercan más a Dios.
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